Date cuenta que el único sueño que tengo, se llama, tú.
Que en la madrugada mi lucero viene de tu luz,
que cuando sueño despierta mis ojos te ven ahí
y cuando sueño dormida mi universo gira en ti.
Dos madrugadas seguidas, mi llanto humedece una sabana
mi pelo se enreda en el borde de una cama desolada,
mi alma se desespera queriendo quererte más,
aferrada a la esperanza de amarte siempre y total
Dos madrugadas con las luces apagadas
pero encendida la esperanza que arde dentro del alma,
encendida tu foto grabada entre ceja y ceja
encendida la velita que un “te quiero” tuyo deja.
Quiero ganar un juego que no es juego,
quiero ganar un juego que muchos llaman fracaso,
quiero perder contigo todo miedo todo engaño,
y ganar una vida, quiero ganar miles de años.
Dos madrugadas despierta, y dos días de extremo cansancio,
extrañando lo que aun no tengo, lo que ni siquiera he probado,
deseando darte un beso, y tenerte aquí a mi lado
rogándole a Dios por ti, por mi, y por si acaso.
Date cuenta que eres tú mi único sueño, o por lo menos, el único que quiero;
perdóname por no expresar siempre como debo, como quieres, como esperas,
sin embargo paso la noche en vela, soñando despierta con mi dueño.
Tú, el propietario de mi empeño,
el empresario de mis sueños,
el protagonista de mi novela,
el duende de mis noches en vela,
el causante de dos madrugadas,
y de una vida entera.
No comments:
Post a Comment