24.3.09
Desierto
Tu inmensa belleza deprimente y asombrosa a la vez
Me derrumba lentamente,
Tu valle escabroso y árida gigantez
me empequeñece.
Y aunque para algunos puedes ser, cuna fértil y refugio
Yo prefiero los diluvios.
Y puede ser que seas la esperanza de alguna vida del monte,
que en alguno de tus cactus se esconde.
Eres nido de serpientes, y yo prefiero las corrientes
y el sol que quema tu suelo, a mi me ilumina el pelo,
a espinas de tus arbustos, prefiero un erizo marino,
y escojo una palma cualquiera, antes que un pino.
Porque tu lodo desértico no se compara a la arena
y tu camino agrietado cruzar no vale la pena
tus aves de rapiña nunca serán las gaviotas
ni tus lagartos las niñas, ni tus piedrecillas gotas.
Y aunque te honren en murales y fotos profesionales
y te dediquen canciones y algún autor te señale
siempre serás lo mismo y el destino te condena
a solo ser un desierto, un plano sin primavera.
Aunque sueñes con oasis y con ríos, y con agua
nunca tendrás el misterio ni el enigma de una playa
nunca tendrás el ritmo de la luna en gravedad
nunca serás el mar; nunca sabrás lo que es sangre, ni lo que es profundidad.
Daylín H.
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