No es en vano que me
siento a recordarte
y a pensar en las
tormentas que causamos,
ya he tenido el valor
de perdonarte
he entendido que con el
tiempo, olvidamos.
Quizás fuiste tu un
castigo merecido
que debí pagar por
cosas del pasado,
si no es karma, seria
algo parecido,
y a final borrón y
cuenta que he saldado.
Esos ojos en los que cabía
el mundo,
los mas grandes, los
mas fuertes, los mas claros
los que llueven y
ahogan en lo profundo
lo mas santo, lo mas
puro, y lo mas raro.
Esa boca de la cual me
alimentaba
a sonrisas y besos me sostenía,
mientras tanto la
mentira me mataba
tu la recitabas y yo la
creía.
Ese viejo olor a
Violetas Francesas,
aun se enreda en cada
hebra de mi pelo,
si cierro los ojos, ya
tu no me besas
si los abro no es por
ti que me desvelo.
Ya comprendo que el
silencio es peligroso
aunque por momentos
imite a la calma,
era ahi, en ese abismo
silencioso
donde a gritos pedias
liberar tu alma.
Daylin H.