Duérmeme en tus ojos.
Al borde de tus pestañas,
al lado de tus antojos,
Con el silencio que engaña
y provoca la osadía
En la esquina donde
guardas aun alguna fantasía.
Duérmeme temprano,
Antes que venga la
luna y se nos enfríen las manos.
En las nubes
vaporosas donde pones tu cabeza
Frente a un sol que
te ilumina porque le sobra nobleza.
Duérmeme en tus sueños.
En el único lugar
donde realmente eres dueño,
En lo profundo del
mar, o un planeta en el espacio
Una casa de acampar,
o en la torre de un palacio.
Duérmeme en tu risa.
En la mueca de tu
boca que tu sonrisa improvisa,
En el punto de expresión
que le da luz a tu cara
La brisa de la ilusión
que algún día tanto amara.
Daylin H.