16.12.08

El verdadero motivo

Ya viene la navidad y con ella tradición,
se ven parpadear las luces que son de decoración,
se abren los corazones al amor, y al perdón,
y se escucha en las canciones, un son de celebración.

Y desfilan los regalos al paso de multitudes,s
e destacan los venados que navegan por las nubes.
Un señor de barba blanca que dice llamarse Noel,
se viste de rojo y blanco, y envuelve obsequios en papel.

Y queda dormido el niño, envuelto aún en pañales
indefensa criatura que un pesebre vio la luz.
Dormido entre los festejos, y regalos de los cuales
ninguno de los regalos dice ser para Jesús.

Que el niño Jesús renazca, en estas navidades
y sea una aldea de Belén, en cada bello corazón.
Que su amor sea lo primero en listas de prioridades,
y que el llanto de un infante, sea el don de salvación.

Sus manitas frías imagino abrazan
la humilde cobija que tuvo al nacer.
Son las mismas manos, que clavos traspasan
para darte la vida, y razón de ser.

Entrégale a Cristo tu vida, regala tu corazón,
al niño que amó sin medida, a ese bebé del mesón.
Dedícale cada segundo que tengas respiración
al verdadero motivo de tan gran celebración.

Daylin H.