24.3.09

Desierto


Tu inmensa belleza deprimente y asombrosa a la vez
Me derrumba lentamente,
Tu valle escabroso y árida gigantez
me empequeñece.

Y aunque para algunos puedes ser, cuna fértil y refugio
Yo prefiero los diluvios.
Y puede ser que seas la esperanza de alguna vida del monte,
que en alguno de tus cactus se esconde.

Eres nido de serpientes, y yo prefiero las corrientes
y el sol que quema tu suelo, a mi me ilumina el pelo,
a espinas de tus arbustos, prefiero un erizo marino,
y escojo una palma cualquiera, antes que un pino.

Porque tu lodo desértico no se compara a la arena
y tu camino agrietado cruzar no vale la pena
tus aves de rapiña nunca serán las gaviotas
ni tus lagartos las niñas, ni tus piedrecillas gotas.

Y aunque te honren en murales y fotos profesionales
y te dediquen canciones y algún autor te señale
siempre serás lo mismo y el destino te condena
a solo ser un desierto, un plano sin primavera.

Aunque sueñes con oasis y con ríos, y con agua
nunca tendrás el misterio ni el enigma de una playa
nunca tendrás el ritmo de la luna en gravedad
nunca serás el mar; nunca sabrás lo que es sangre, ni lo que es profundidad.

Daylín H.

Lágrimas de perlas



Cuando se mueve el mar dentro de una botella
se derraman los misterios del mensaje dentro de ella
y desbordan las orillas, y se tapan con sombrillas
las conchas de las perlas para protejer sus huellas.

Y tan bellas las niñas de tan pálidos rostros
las que creen en mensajes de botellas y monstruos
las que juntas de un hilo, de un cuello se cuelgan
y adornan vestidos y caras de las reinas.

Las que huerfanitas pequeñas al sol de la luna
lloran tan solitas durmiendo en sus cunas
las que llenan lo mares de agua salada
de lágrimas tras lágrimas derramadas.

La botella que perdida la recoje un marinero
trae mensajes de vida y unos dos o tres te quieros,
y cuenta que las amigas de las perlas que se fueron
se colgaron de un collar, y allí colgadas murieron.



Daylin H.

El mundo de los hombres

Por mucho que trate una falda en este mundo triunfar
se encuentra aun limitada por el techo de cristal
y aunque quiera destacarse de manera intelectual
si no exhibe pecho o piernas le es muy difícil llegar.

La mujer en la cocina día y noche sin parar
el hombre llega a la casa exigiendo que cenar,
sin embargo en las cocinas de lujosos restaurants
reinan los chefs masculinos de fama internacional.

Los hombres hasta hoy en día el lujo se pueden dar
de llamarse mujeriegos y con más de una andar
en la sociedad machista que aun suele dominar
es cosa de buenos machos ser infiel y maltratar.

Pero si una mujer quiere con más de un señor estar
Dios la libre de las críticas de la injusta sociedad
que sin disputa alguna y sin miedo a equivocar
la tildan de prostituta aunque lo haga sin cobrar.

Daylin H.

1.3.09

Me matan la inspiración

El que ama vive por fe
el poeta vive del aire, del sentimiento
el que vive por el arte la fabrica aún sin ver
el que sueña vive en de la esperanza del viento
el que vive anclado al mar del cual solo Dios es puerto.
Mi respeto.

Sin embargo…

El que vive el día sin creer en el mañana
el que vive solamente para pagar la luz y el agua
el que vive por trabajar solo por obligación
y se mata por pagar deudas sin justificación
y se amarga la existencia y se ataca el corazón
y se queja de quejarse. No tiene mi compasión.

Porque la gente que vive sin poesía y sin pasión,
es la que con porquerías me matan la inspiración.

Daylin H.