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A Marisé

Pocas veces cuando me piden que escriba un poema me identifíco tanto. Suerte chama.

Una vez mirando al mar no imaginé

que me tendría que despedir,

una vez mirando al cielo no pensé

que un día me tocaría ir.

Queriendo perseguir la libertad

que da el amor, que da el soñar,

lo que no se aprende en una facultad

lo enseña Dios, la vida, el mar.

Esta tierra que has besado tantas veces

hoy presiente claramente la intención,

al final de una jornada y una tésis,

vas a dar un paso con el corazón.

Intercambio de una gaita por un tango,

dos arepas por un alfajor;

los Bolívares que no valdrán un mango

compran tickets a un partído de fútbol.

Compartido el sentimiento que te une

y se aferra al beso que ahora te divíde,

vete libre, ve tranquila en una nube,

baila siempre cuando el viento te convide.

Nada es todo en esta vida, todo es algo.

Y un adiós no cabe cuando hay esperanza,

si algún día lloras, cuando estés llorando

piensa que por un amor lo vale la balanza.

Con la fuerza que conquista a un universo

y estos versos que aunque tuyos, son muy míos

vuela tras el verde aliento de unos besos

que darán calor si el sur resulta frío.

Y mira atrás, no para reprocharte

ni mucho menos para entristecer,

que sea solo para recordarte

la cuna de sol que te vió nacer.

Si...duele,

inevitablemente es parte de crecer,

cuando duela mucho, piensa que te quieren,

siempre te quisieron, y siempre han de querer...

Hace días mirando al mar no imaginaste

que mañana, sería parte del ayer,

que sean buenos esos aires que soñaste,

que sea eterna la ilusión de ese querer.

Daylin H.