Miranda

Si supieras que tu vida no es una casualidad,

si supieras cuantas veces contigo soñó  mamá.

Tu presencia en esta tierra no es coincidencia ni azar

has venido con un plan de aprender, y de ensenar.

El porqué de los pesares que nos toca atravesar

quizás nunca lo sabremos, y por mucho ponderar

aunque no lo comprendamos, solo nos queda aceptar

que hay un Dios que nos dirige, y no nos va a abandonar.

Tu pequeña y corta vida ya sirve de inspiración

has logrado que personas se unan en oración,

nada que pasa es en vano, todo tiene su razón

y tu llegada ha tocado a mas de uno el corazón.

Dios te bendiga y prospere sin medida

que la esperanza sea luz de tu alma, y de tu vida

aquí solo dicta Dios donde el humano no manda

que sea un testimonio tu voz hoy y por siempre, Miranda.

Daylin H.